La mamá de David siempre decía... ¡No, David! Pero lo ama a pesar de todos los ¡No!
La maestra de David tiene las manos llenas. Desde correr en los pasillos hasta chicle en clase, las travesuras de David llenan la escuela de problemas, y seguramente traerán una sonrisa a todos los niños que lean este cuento.