¡Tilín, tilín! Ha llegado el señor Pichón, el vendedor de felicidad. Y ustedes se preguntarán: «¿La felicidad se vende?». Así es, en tarro pequeño, grande o tamaño familiar. Todos los vecinos reconocen el ruido de su destartalada camioneta y salen a la puerta a recibir al persuasivo vendedor. ¿Quién puede resistirse?
En Lisboa, subir al Elétrico 28 no es subirse a un tranvía cualquiera. Para Amadeo, su conductor, hacer bajar, girar, zigzaguear…su magnífico tranvía amarillo tiene un propósito secreto. Un simple trayecto se puede transformar en un viaje lleno de sorpresas… ¡y de besos! ¡Date prisa! ¡Súbete! El Elétrico 28 te espera.
Es de noche, pero Hugo no puede dormir. Y no sabe por qué. Le pregunta a la serpiente, a la gacela, al tigre, al cocodrilo… Pero los animales solo quieren que los deje dormir tranquilos, están muy cansados. Cuando se hace de día todos los animales se despiertan y por fin Hugo se queda dormido. ¿Sabrá alguno por qué Hugo no puede dormir?
A Berta le gusta tener todo ordenado, incluso sus emociones. Si un día siente rabia o demasiada tristeza, abre sus cajas de colores y mete las emociones dentro. Pero un día Berta pierde el control... Porque, ¿podemos encerrar las emociones en cajas?
Una atrevida historia que desenmascara los clichés de los cuentos clásicos infantiles, y que nos hace pensar en que quizá… ¡algún cliché no es el fin del mundo! Una joven lectora muy exigente no aceptará clichés en esta historia. No hay princesas en peligro, dragones y brujas malvadas. Ni violencia ni alcohol: no son buenos para los pequeños lectores. Pero los cuentos clásicos y de hadas están llenos de clichés y detalles políticamente incorrectos... y si quieres eliminarlos a todos, puedes obtener resultados bastante extraños.