A Milo le encanta fingir. Él va en un viaje que busca a alguien que entiende su imaginación creativa. Pero los otros animales sólo les gusta jugar con su propia clase. Cuando Milo finge ser como ellos, sólo se ríen. Con el tiempo se encuentra con Cleo que también le encanta fingir! Milo y Cleo se hacen amigos rápidos.
Al pingüinito le gustaría tanto poder volar. Lo ha intentado todo: atarse globos, fabricarse un par de alas, subirse a un ganso como avión. Pero nada le ha dado resultado. ¿Podrá el pingüinito volar si recibe la ayuda de un montón de amigos?