El Bosque descansa en una madriguera y deja huellas de hierba allí donde pisa. Cuando salta por las piedras del río, suenan como las teclas de un piano. El bosque tiene su propia música. Y por la noche, cuando todo está oscuro, las luciérnagas lo guían de vuelta a su habitación.
El Mar es el rey de lo más profundo y de toda su superficie. Cabalga una ballena, salta sobre las olas, sabe dónde están todos los tesoros y, cuando se va a dormir, el faro de la costa lo acuna con su luz intermitente. Cuento para que los más pequeños se inicien en la lectura de poesía.
Había una vez una reina que sabía francés, chino, todo sobre la moda y el vino, olía de maravilla, cantaba como los ángeles y hasta era capaz de pelar los langostinos perfectamente con cuchillo y tenedor. En definitiva, era la más guapa, rica, noble y lista de todo el reino hasta que un día le entran unas tremendas ganas de hacer pis y eso hace que las cosas ya no vuelvan a ser iguales.
Un cuento para potenciar la imaginación y la creatividad.