En un mundo de monstruos y alimañas, ser encantadora supone un auténtico problema. Por eso, Ah Terra Dora intentará parecerse a los demás. ¿Dará resultado dejar de ser uno mismo? ¿Acaso hay algo que dé más miedo?

En la profundidad del mar azul, un pececito rosa lanza una pregunta: «¿Alguien quiere jugar?». Escondido en el hueco de una roca grita: «¡BUU!».

La mosca Lola encuentra una gran caca, se posa encima y declara que ¡esa caca es suya! Pero la mosca Fiona también proclama que ¡esa caca le pertenece! Las dos moscas discuten y dan comienzo a una gran danza de guerra. ¿Quién se quedará con la suculenta caca?

Después de " ¡Este álbum se ha comido a mi perro! " y " ¡Este no es nuestro cuento! " llega esta otra aventura de Claudia y Ben en la que, de nuevo, el libro que tienes entre las manos no es solo lo que parece..., ¡sino mucho más!

¡Hay un lobo sentado contra la pared! Deprisa, tengo que avisar a los amigos: ¡cuidado con el lobo! Todos juntos tenemos que dar la vuelta para huir del lobo, pero ... ¡oh, no! De tanto correr, hemos vuelto a encontrarnos de cara con el lobo. ¡Sálvese quien pueda!

Bienvenido a la Antártida, donde un intrépido grupo de exploradores va a llevar a cabo un minucioso estudio sobre los pingüinos. Pingüinos, pingüinos, pingüinos... ¡Cuántos pingüinos! De pronto, un joven explorador descubre algo diferente. Algo tremendamente salvaje, chulísimo y bastante... EXTINTO. ¿Le creerá alguien? ¿Y tú? Una simpática historia que cuestiona los límites entre la realidad y la imaginación.

Los animales del bosque quieren jugar y llaman al lobo. Pero el lobo…no está listo del todo. Se le ha presentado un problema: los tres cerditos no quieren salir porque está llegando la Navidad y ellos no tienen un árbol para festejar como corresponde. ¿Encontrarán un árbol de Navidad en el bosque?

Algo le ocurre a la nueva mascota de Felipe, pues en lugar de ladrar emite un sonido muy extraño: «ouah». Por más que Felipe intenta ayudarlo, no consigue que el perro ladre. ¿Qué le pasa?, ¿acaso está afónico?, ¿desorientado?, ¿piensa que es otro animal? Un divertidísimo libro en clave de huor con un final inesperado.

Seguro que te ha pasado. Un mosquito entra en casa y se acaba la paz ¡qué pesado! Y esto es exactamente lo que ocurrió en la casa del cuento, así que esta historia tenía que empezar de esta manera: «Un mosquito daba vueltas sin parar, el muy pesado, pensando a quién de esta casa podría molestar un rato» Lo que ocurre a partir de este momento es una retahíla muy divertida sobre cómo un insecto tan pequeño puede convertirse en una pesadilla enorme para los habitantes de una casa ¿Crees que solucionaron el problema?

Néstor se entretiene en casa, en la escuela, básicamente en todas partes, pero parece que nunca se da cuenta de que nadie intenta apresurarlo. Afortunadamente, conoce a otros que también se mueven a su propio ritmo único.

Es de noche, pero Pequefante no quiere dormir. Su padre le canta la canción en la que los animales están calladitos y duermen: la serpiente, la cebra, la hiena, el avestruz o el cocodrilo “hacen shhh, hacen shhh". Pequefante insiste en jugar hasta que por fin, Papafante consigue que se duerma. Pero entonces sucede algo inesperado...