Todas las noches la señora Ofelia cuenta ovejas para dormir. Oveja 1, 2, 3, 4… y así hasta la oveja 18, en la que se queda completamente dormida. La Oveja 19 se queda siempre con las ganas. Pero decide no cruzarse de brazos y pone en marcha numerosos planes. ¿Qué pueden hacer ella y sus compañeras, la Oveja 20, la 21, la 75… para poder saltar la valla y ayudar ellas también a la señora Ofelia a dormir?
Sofía y su papá caminan hacia la fiesta de cumpleaños de Mateo. “Papá, si fuéramos gatos, ¿cómo llegaríamos al cumpleaños?”. “Y si fuéramos ranas, ¿cómo iríamos?”. “¿Y si fuéramos… rinocerontes?”. Un cuento rimado que imagina diferentes formas de moverse en la ciudad, desde las más habituales, como el autobús o el metro, hasta las más sorprendentes, como utilizar las alcantarillas, volar o atravesar paredes…
La carrera anual del bosque se acerca y todos los animales están entrenando muy duro para participar. Bueno, todos los animales, no… Caracol le dice a su amiga Coneja que no quiere correr porque siempre es el último en la competición. Ella reúne a todos los animales en un claro del bosque para trazar un plan y animar a su amigo a participar. ¿Qué se les ocurrirá para ayudarlo?
Es de noche, pero Pequefante no quiere dormir. Su padre le canta la canción en la que los animales están calladitos y duermen: la serpiente, la cebra, la hiena, el avestruz o el cocodrilo “hacen shhh, hacen shhh”. Pequefante insiste en jugar hasta que por fin, Papafante consigue que se duerma. Pero entonces sucede algo inesperado…
¿Te gusta ensuciarte? Quizás quieras ser veterinario, jardinera o fontanera… ¿Te gusta hacer ruido? Entonces lo tuyo puede ser cantante de ópera o pirotécnica. ¿Quieres resolver misterios? Entonces podrías ser espía o arqueólogo. No importa lo que elijas, lo verdaderamente importante es ¡ser siempre tú misma o tú mismo!
Lola es una conejita saltarina, soñadora, muy inquieta y un poco traviesa. A ella le gustaría estar más tranquila pero sus piernas empiezan a moverse y ¡no puede parar de dar saltos! Su abuelo decide hacer yoga con sus nietos. Les enseña varias posturas, pero Lola se despista fácilmente, no deja de reír y moverse… Hasta que comienza a seguir a una mariposa y se pierde en el bosque. Se asusta mucho y se pone nerviosa, pero ¿y si las posturas de yoga pudieran ayudarla a tranquilizarse y encontrar el camino a casa?
Zorro llega al parque y todos le preguntan muy preocupados si se encuentra bien. Él está feliz y no entiende qué pasa. Lo que ocurre es que Zorro lleva una camiseta azul, y el azul es el color de la tristeza, ¿no? Su amiga Osa le pone inmediatamente un jersey amarillo. Ahora sí, todo está bien. Pero, ¿por qué los colores tienen que reflejar las emociones que sentimos? ¿Y si pudiéramos utilizarlos como quisiéramos? ¡Incluso mezclarlos!
Milo quiere un cuento especial, uno solo para él, así que ¡decide escribir uno! Pero hay un problema: no sabe cómo empezar… Con un poco de ayuda, la historia de Lobo, el joven explorador, se convierte en una aventura increíble. Su padre, su madre, su abuela y sus hermanitos le ayudan a escribirla, y así Milo aprende que lo más divertido de los cuentos ¡es compartirlos!
Cerdito encuentra una corona y dice que quiere ser un príncipe, pero comienza a molestar a los demás animales del bosque. Sus amigos están hartos de su comportamiento y deciden hablar con él.
Julieta se tira muchos pedos, no puede evitarlo. Eso hace que en el cole se metan con ella y la llamen ¡Julieta pedorreta! Sin embargo, gracias a sus pedos, Julieta salvará a todos sus compañeros de un gran peligro durante una excursión al campo.
Los murciélagos son los únicos mamíferos que saben volar y en contra de la opinión que se tiene de ellos, prefieren comerse una mosca a la sangre humana. Además, son muy importantes para la naturaleza y los necesitamos, así que hay que protegerlos. Si te encuentras a uno, déjalo dormir tranquilo.
A Lola le gustan los arcoíris más que nada en el mundo. Pero son tan difíciles de encontrar que decide crear uno ella misma. Busca los colores por todas partes y comienza su aventura. Lola no se rinde, quiere un arcoíris para ella sola. ¿Lo conseguirá?