Pues sopla, hija, sopla. En el día a día, los más pequeños tienen que hacer frente a retos que a ellos les parecen insuperables, aunque los adultos los vean como algo minimo; en este caso, la sopa a una temperatura imposible. Superar esos retos forma parte de un natural proceso de aprendizaje y de crecimiento, donde la imaginación se convierte en el más valioso recurso del que dispone un niño.
Imagina que una tarde te encuentras con un mono, un cocodrilo, una cebra, un tigre y un hipopótamo. ¿Te unirías a ellos para chapotear en los charcos, saltar en una cama elástica y bailar? No podrás decir que no, será una tarde… ¡chachi piruli!