Anya se despiertaun día y descubre que le ha crecido una cola de tigre. Sí! una cola de tigre rayada y mamei. Y es justo el primer día de clases. ¿Qué pensarán los otros niños? A las chicas con colas de tigre siquiera se les permite ir a la escuela ?! Anya está a punto de averiguarlo.

Una rana quiere ser algo más que una rana húmeda y pegajosa. Un gato, tal vez. O un conejo. ¿Quizás un búho? Pero cuando llega un lobo, un lobo hambriento que odia comer ranas, nuestro héroe decide que tal vez ser una rana no es tan malo después de todo. ¿Y a ti te gustaría ser una rana?